Carro muy grande, de dos ruedas, tirado por bueyes, que antes se usaba mucho en América, para transportar de un lado a otro ya sea productos de comercio, personas y hasta familias enteras. Fue el primer medio de transporte pesado que recorrió nuestro dilatado país en la época fundacional
Las grandes ruedas sin llantas, que llegaban a medir hasta tres metros de diámetro solían ser de lapacho con grampas de hierro y muchas veces iban envueltas en lonjas de cuero para reforzarlas. El eje era frecuentemente de naranjo. La carreta tenía techo, salvo la llamada castillo, que no lo llevaba fijo. Las paredes eran de tablas o quinchadas de paja totora, simbol o junco, con pasantes de caña tacurú. Cuando el techo era construido con quinchas también se llamaba carreta quinchada. De igual modo se llamaba carreta toldada a la que tenía techo de lienzo o chapa. El techo solía hacerse también de junco u otra paja, cubriéndolo con cueros de potro o de vacunos cosidos con tientos.
